Paseas por mi garganta, invades mi nariz, mis ojos has nublado.
Y, cuando creo que te has ido,
tremendo enfriamiento me eriza la piel...
Si puedo curarme o si mi cuerpo ansia el padecimiento cruel,
¡Más anticuerpos reclamo!
¡Más dosis de tu virus pido!
¡Por que sin pensarlo digo,
que es preferible el contagio,
que es preferible mi estado, a no haberte poseído!.
Autor: Reena
sábado, 1 de noviembre de 2008
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