No hay mucho qué decir, mis solicitudes inconscientes, sólo por serlo, no pueden ser cumplidas, los sentimientos más intensos se apoderan de mi razón y la obligan a rendirse. No puedo seguir, lo externo a mí me encadena, me molesta, me sofoca. Hay que hacer algo pronto, algo que me auxilie a contener algunas cosas raras que van y vienen en mi cabeza. Pero, ¿qué hacer?, ¿atarme?, ¿preferir el encierro?, ¿callar?, ¿dejar de sentir?, ¿dejar de amar?, ¿olvidar que extraño, que lloro, que río y que respiro?. Mejor me convierto en piedra, preferiré el gris y la humedad, la soledad y el frío...
Estoy dividida en dos o más partes diferentes. ¿Con cuál me quedo?, ¿con cuál me conduzco?. Quiza debo buscar más y más "yo" y hacer una gran mezcla, quiza tengo que conformarme, quiza tengo que buscar, quiza debo dejar de sentirme sola, quiza deje de reír, quiza supla unas cosas por otras, quiza no haga nada y espere las sorpresas y desventuras de la vida...
Autor
Reena
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